Los datos oficiales ofrecieron buenas noticias al sector de la cerámica en España a finales de 2016, que vio incrementada su facturación en un 7% con respecto al periodo anterior.
Este repunte en la facturación se debió en gran parte a que el sector consiguió un nuevo record en exportaciones, pero analicemos los datos con detalle:
En el año 2016, el sector cerámico consiguió un volumen de facturación de 3.316 millones de euros en total, mejorando así los datos de años anteriores, que llevan ya 6 años ofreciendo cifras esperanzadoras en continuo crecimiento. De esta facturación total, 2.570 millones de euros pertenecen a las exportaciones, que mejoraron un 4,8% con respecto a 2015, y 746 millones pertenecen al mercado nacional, que incrementó un espectacular 16% en 2016 con respecto al año anterior.
La Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (ASCER) no sólo se alegra de ofrecer estas cifras tan positivas en cuanto a facturación, sino que además, afirma que se han creado más de 500 puestos de trabajo directos y además se han multiplicado las inversiones privadas.
Todo ello consolida al sector de la cerámica en España como el principal productor a nivel europeo y el segundo a nivel mundial, sólo por detrás de China.
No obstante, aunque somos el principal productor en volumen de producción, seguimos siendo los segundos en cuanto a productividad, ya que las firmas cerámicas italianas siguen estando por encima de nuestro mercado en precios medios.
El presidente de ASCER, Isidoro Zarzoso, explicó en una entrevista que las inversiones productivas que están consiguiendo estos éxitos de cifras en el sector de la cerámica en España, se dividen en dos líneas principales:
- CANTIDAD: Por un lado, las empresas están aumentando su capacidad productiva (mediante la compra de máquinas industriales para cerámica, la contratación de nuevos operarios, etc.) para poder hacer frente al incremento de la demanda en los últimos años.
- CALIDAD: Pero además, se está mejorando en cuanto a calidad invirtiendo en I+D, es decir, realizando inversiones en tecnologías de última generación, ampliando la oferta de productos, y optimizando el rendimiento de los procesos de producción y su competitividad, entre otras acciones.
Esperamos que estos buenos datos nos acompañen nuevamente a lo largo de 2017.